domingo, 15 de abril de 2012

Tulallvay, Dayanandrea y La Kut en Bar Santa Filomena, 12 de Abril 2012


El verano ya se acabó. Los niños van creciendo. El jueves fue el primer día en que las nubes grises reinaron y la lluvia algo amenazó. Los niños ya dejan de jugar. La Tierra se aleja del Sol. La noche se acercaba. Los niños dejan de ser niños. El todo como un gran sistema que decrece, o que va creciendo, como se quiera. Una escala inmensa en la que Tulallvay era el primer peldaño, los niños en la música, en un juego lúdico y valiente, adoleciendo de esa rica inmadurez que lleva a llamar la atención, a querer hacerlo todo, a desear convertirse en un aleph visible. Que valentía tienen esos niños grandes, la rebeldía, desparpajo y desenfado para tocar una especie de jazz sinfónico, al estilo un tanto más básico que  algunas bandas del R.I.O. como Univers Zero, pero no tan oscuro, es quizás lo módico del escenario lo que no les permitió al fagot y la tromba o tuba (no lo recuerdo) sonar adecuadamente, o la potencia del gran saxofón alto de la banda y del dúo de clarinetes que se comieron incluso a una batería poco inquieta, al igual que una guitarra algo deslucida un tanto más por placer que por querer sonar técnico y correcto en ejecución, supongo. En su afán de abarcar amplios registros caían en un desorden sónico que confundía, además sonaban todos a la vez en gran parte del tiempo, incluso dejando de lado el contrapunto. Se dieron incluso el lujo de hacer covers de melodías alejadas de la intelectualidad, riéndose de los que estábamos ahí esperando solo lo contrario, es quizás al final con la agregación de un magnífico violín y otro saxofón que nos dieron en el gusto, sonando por primera vez como una verdadera orquesta. Los niños  se tomaban su espacio y desordenaban con su espíritu un Bar Santa Filomena algo opaco a esa hora, y tal como su nombre, todo se trato de un juego.

  
¿Qué hace Dayanandrea y la Kut tocando en un Bar tan pequeño, ante tan poca gente y sonando nada en los medios? Que ganas de que todo el mundo pudiera gozar con esta música. ¿Qué mierda hacen estas bandas tocando en Chile? La música en alguna parte se perdió, siguió siendo música e incluso puede llegar a ser buena, pero lo cierto es que lo que se considera bueno hoy dentro de esas esferas es tan solo mediocre y simple. ¿Cómo mierda hacer para que estas bandas puedan seguir su camino independiente y a la vez subsistir?

Dayanandrea es una banda notable, eso se sabe por sus discos. Antes quizás, cuando eran aún más jóvenes, tenían un sonido algo más dadaísta, pero actualmente, por lo que pude percibir ayer, están en un contexto un poco más serio y menos lúdico, metal quizás, incluso una grácil y encantadora violencia está adornando sus composiciones. Los jóvenes de ayer ya no son los mismos. Ese baterista que tienen ya se lo querría cualquier banda, una técnica preciosa y precisa, repartiendo baquetazos con la habilidad de solo quien conoce su instrumento a la perfección, todo lo realiza con un ritmo despiadado y con un estilo para tocar que va muy en línea de lo que quiere demostrar la banda, más allá de máscaras y disfraces, sino una actitud extraña y bizarra que transmuta en una actuación y expresión corporal. Un sonido cortante por momentos y por otros, los más, armónicos y progresivos. Un bajo impecable y dotado de gran talento e imaginación, gran juego de Slap y Pluck  (violento por momentos y otros algo más funk) al igual que Hammers muy talentosos, un instrumento que da poder y velocidad a los vientos y bronces del virtuoso clarinetista Palermo (así le puso un amigo) que se desenvolvía por intrincadas escalas, growlings y furlattos, y a ese par maravilloso de mujeres, en saxo alto una y saxo tenor y clarinete la otra, que como ellas quedan pocas: Valentía, ímpetu femenino, absurda sensualidad. En lo estético influenciado por The Residents y algunas cosas de los principios de Mr. Bungle y otros, pero musicalmente tienen una línea diversa quizás más apegado al Jazz-Rock de ¿Nazca, Henry Cow, Univers Zero? o ¿Moonchild, Combat Astronomy?¿Stravinsky, Bartok, y un cuanto hay en lo docto? no sé, pero es que cuesta encontrar algo idéntico tanto en el sonido tomado como composición como por instrumentos, ya que no cuenta con guitarra, sino directamente se relacionarían con Akineton Retard o Panzerballet, y es quizás los vientos y bronces lo que hace pensar directamente en aquello, un Dün menos instrumentalizado o Magma puede ser por la oscuridad y sutil violencia o derechamente Zu, sobre todo del disco en que participa Mike Patton. Bueno, da lo mismo, la hacen de oro. Una banda que se entiende a la perfección y que  hace que hasta las cosas aparentemente simples (tasitas metálicas) suenen realmente complejas en lo espiritual dentro de una atmósfera de misticismo oscuro.


La experimentación que hace el quinteto La Kut es admirable y envidiable. Los jóvenes se han convertido en adultos y tratan de alejarse de lo aprendido y experimentan con ello. Si Dayanandrea era perfección y corrección sónica, La Kut era pura experimentación y por momentos ruidismo. Un free jazz apegado al R.I.O. o al rock psicodélico/progresivo, por tratar de clasificar. Una libertad armónica que pasaba por momentos en que la guitarra sonaba a notas improvisadas al estilo de Derek Bailey o Fred Frith y por otras apegado a lo hecho por Robert Fripp, un bajo frenético similar a Bill Laswell con una energía tremenda y un juego de dedos a velocidad descomunal. El saxo alto es espectacular, más allá de la utilización de efectos como el uso de la difícil Respiración Circular, entregaba una propuesta densa e impura (en un sentido similar al de Bazin en el cine, o sea, sabiendo la técnica para lograr la evolución hay que destruirla).Incluso se dieron el lujo de realizar una adaptación de una pieza de  Mulatu Astatke, Yèkèrmo Sèw, que aparece en Floras Rotas de Jarmusch, eso demuestra lo ecléctica de la banda, llegando al lado étnico del jazz, y por otras el saxofón sonaba a free-jazz pero no tan cercano al de Coleman, sino más bien al de Peter Brotzmann o de Sun Ra (cuan grande puede llegar a ser Sun Ra !!!!!) La trompeta hacia su aporte también, pero no pude escucharla del todo ya que ya era bastante tarde, y es acá que aprovecho de hacer una simple crítica: el flyer decía que empezaba a las 22:30, pero con suerte empezó pasado las cero horas, por ende, la Kut empezó a tocar como las 3 de la mañana, ya a esa hora la capacidad cognitiva está completamente disminuida, ya sea por la falta de sueño, las obvias cervezas o por la jornada laboral, por ende, escuché tan solo un trozo de la presentación de la Kut. Con cariño pido que ojalá respeten los horarios de los shows porque la verdad es que la incertidumbre es mala amiga del público.
La Kut es una gran banda, de grandes músicos de una madurez tremenda, por los momentos en que pude escucharlos me recordaron al Just Us de Elton Dean o al The End of an Ear de Robert Wyatt, esos exquisitos discos en los cuales cada instrumento realiza su pega en el momento preciso, esperando durante largos instantes su oportunidad para encantar.
Los niños se transformaron en jóvenes y estos en adultos. Los juguetes se han transformado en conceptos. Los afanes se han convertido en realidades. Los que eran un día han florecido. La noche ya había caído. 

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