martes, 10 de septiembre de 2013

John Frusciante: Outsides (2013). Un buen EP y el inicio de una parte de lo que es.

Confieso que el gusto por John Frusciante no se debió a RHCP (de los cuales con suerte conozco los singles), sino por su participación pre y con The Mars Volta, incluida su presencia en el SUE en San Carlos de Apoquindo en el año 2004. Por este mismo motivo me es inevitable no hacer de la carrera de JF un paralelo de la de Omar Rodriguez-Lopez, cuya relación va más allá de una simple colaboración, sino que se trata más bien de una amistad profunda, y de aquellas que llevan consigo mucha admiración mutua. Ambos han pasado por profundas crisis. En el caso de JF a un nivel autodestructivo impensado, reflejado cruelmente por, el desde hace un tiempo, excesivamente hollywoodense Johnny Depp en Stuff. 
Ambos también han incursionado en las posibilidades sónicas de su instrumento principal, y han decantado desde hace años en la electrónica. El determinar quién fue el primero que la utilizó es un tema que poco importa, pero de todas formas tiene una historia más o menos interesante: 

1. JF sería al parecer quien inició esta senda con sus discos del 2001 llamados “To Record Only Water” y “From The Sounds Inside” (en menor medida ya que solo se asoma en algunas canciones como Innerstate Sex y Fall Out”, pero es una obra maestra del semi lo-fi, con una capacidad de creación de melodías vocales casi infinita. Similar ocurre en “Curtains” o el “Smiles ….”, trilogía que forma parte de lo que más me gusta de su trabajo, junto a los dos de la gran Ataxia).
2. Sin embargo, estos dos discos del 2001 de JF tienen como competidor directo y cronológico lo realizado por Omar Rodriguez-Lopez con su banda dub De Facto con sus trabajados también del año 2001, en la cual adivinen quien participaba: John Frusciante, al parecer no en los discos mismos sino solo en las participaciones en vivo. Así que empate. 
3. Aunque De Facto, tiene un EP de 1999, así que la historia diría que quién se inició en la electrónica sería OR-L. 
4. Ahora, quien tenía más relevancia en la electrónica dub de De Facto era el fallecido Jeremy Ward, así que quizás en él estuvo el principio de todo lo que está haciendo OR-L y JF en sus facetas solistas. 

En la experimentación misma creo que tiene más experiencia OR-L, con discos mucho más vanguardistas, con una utilización más rebelde de la electrónica que se observaba en un principio una utilización sumamente psicodélica en algunos discos como el “Minor Cuts and Scrapes in the Bushes Ahead”, y por lo tanto, podría decirse que es una utilización más Noise (el tema “Sidewalk Fins” es otro ejemplo). Quizás esta rebeldía se debe a que OR-L es más cercano al Rock y al Jazz que JF, que tienen una tendencia más de Blues y Pop me atrevo a decir, que son más “estáticos”. Pero luego, sus discos desde el año 2012 con los cuales “inicia” su etapa electrónica, como el “Octopus Kool Aid”, cumple una función de acompañamiento de la melodía vocal, aunque sin perder en demasía las características lisérgicas e incluso barrocas electrónicamente de su anteriores utilizaciones, interrumpidos solo por el magnífico free jazz del “Woman Gives Birth ToTomato!”, hasta su último disco de este año “Solo Extraño”. 
Y es que ahí precisamente donde se presenta la diferencia con lo que hace John Frusciante en este disco y en algunos pasados como en el primer tema del excelente “A Sphere In The Heart Of Silence” del 2004 y en algunos del “PBX Funicular Intaglio Zone”: la utilización rítmica de la electrónica, ausente de voces y armonías (salvo una oportuna guitarra, como en el primer tema de este EP), o sea, su utilización como ruido principal, y en ese aspecto se emparenta con el lado oscuro de la electrónica: el krautrock y la IDM. 
Respecto al análisis de cada composición debo decir que el solo de guitarra de “Same” es tremendo (similar al “Love Devotion Surrender” del par de secos), el nivel creativo en “Breathe” es de otro mundo, muy cercano a la IDM, pero creo que con una mirada al pasado, Ligeti incluso Varese en su parte media que la hace, a pesar de breve, una inmensa creación. La breve voz de Frusciante que se escucha en “Shelf” es seca y robótica, y su guitarra es virtuosa igual que siempre. En “Sol” la compleja abstracción se asimila más con paisajes inconclusos y sin forma, más que con emociones. 
Para terminar digo a quienes critican está faceta electrónica de JF, que ni me preocupa que al público no le guste este trabajo fundado en que se distancia mucho de su línea tradicional, primero porque estoy acostumbrado a escuchar de todo, y segundo porque ni vale la pena pensar en aquello: la intransigencia y “fidelidad” en los estilos musicales es una cosa en estos días casi decimonónica, un pensamiento atrofiado, atávico y profundamente tonto.