Mucho de este
disco ya se conocía por aquellos que sentimos preferencia por la música de OR-L,
ya que todos queríamos saber qué mierda era tan importante en la vida del
guitarrista como para dejar tirado a su compañero de mil batallas: Cedric
Bixler-Zavala. Conciertos en vivo y bootlegs de Bosnian Rainbows aparecían en
la carpeta personal destinada al chascón guitarrista y que costaba asimilar. Pensaba
que para dar por terminada esa inmensa máquina llamada The Mars Volta se
necesitaban más que poderosos motivos, aunque la verdad es que ya se sentía un
poco el desgaste creativo de TMV en sus últimos discos, alejados ya de sus
orígenes progresivos-mezclainfinita-psicodelicos a nivel de genios, y se podría
decir que el último disco de TMV era la crónica de una muerte anunciada, o más
bien la crónica de un nuevo sonido en el que estaba explorando Rodriguez-Lopez
(del cual se heredan algunas cosas en este disco), y que sin embargo, no se
reflejaban en su excelente carrera solista ya que esta se carga a la electrónica,
salvas excepciones como el magistral Woman Gives
Birth To Tomato! (que considero un peak en su
carrera, un free-jazz demencial). Y bueno el resultado a primera escucha es
decepcionante, no hay nada de aquello que hizo tan grande a OR-L, incluso se piensa
inmediatamente en que se está malgastando tontamente un talento inmenso, más
aún por la presencia de la dupla de Dark Angels (con quienes ya había
trabajado), que incluye a uno que ha colaborado en varios discos de OR-L (Old
Money, Un escorpión Perfumado, entre otros) me refiero a Deantoni Parks, y que
considero un buen tipo, o sea, a simple vista el talento se malgasta. También
sucede que si se relaciona con TMV, Bosnian Rainbows es una banda menor, es un
juego de niños. Pero la idea de un disco o una banda es la subsistencia por si
misma, y es que este disco debe escucharse olvidando el nombre de OR-L. Hacer
ese ejercicio mental es complejo pero necesario para no caer en la injusticia
de tachar de mala una banda por el solo hecho de no ser lo que en definitiva
queríamos escuchar. Porque eso es lo que sucede: La banda no es el resultado de
la muerte de The Mars Volta (efecto inverso que se produjo con la muerte de At
The Drive-In). La banda tiene una vida independiente, no es partir de cero
tampoco, pero si cercano a aquello. Digo que no parte de cero ya que
antecedentes de su sonido vienen desde aquellos lejanos covers de Siouxsie and
The Banshees, Circle Jerks o The Sugarcubes, y que nacen obviamente del gusto
de OR-L por toda la música incluido el rock, punk y post-punk ya sea 70 y 80, y
como no, su colaboración con Lydia Lunch, y obviamente también de lo que se
hizo en At The Drive-In. O sea, el hombre siempre tuvo las ganas de hacer algo
con ese sonido o volver un tanto a él (estilos por el cuales también siento
bastante cariño, grandes bandas: Joy Division, Cocteau Twins, The Cure, Black
Flag, The Birthday Party, New Order, Depeche Mode, Talking Heads, etc), y el resultado
es este buen disco, que con una voz preciosa, e incluso por momentos varonil, a cargo de Teresa Suarez Cosio (que en vivo lleva
a cabo movimientos extraños y que también pertenece a una banda más o menos no
más producida por OR-L, Le Butcherettes) y cuya voz le da un toque muy especial
a todo el disco, haciendo un trabajo maestro. Vamos viendo: “Eli” es
un punk de una fuerza tremenda con atmósferas electrónicas sumamente oscuras que
es una obertura brutal y más aún en su desenlace. “Wortheless” es una balada
punk que ya se distinguía en el live pero ahora suena mucho más electrónica con
una guitarra que por momentos sobresale con todo el estilo OR-L. "Dig Right in Me" es mucho
electro-pop oscuro con un quiebre demoniaco un tanto breve pero de gran calidad,
dándole algo de progresivo. "The
Eye Fell in Love" es post punk más que
cualquier otra composición del disco, en que todos los instrumentos suenan
básicos en apariencia y la voz perfecta sobresale en forma melódica pero agresiva,
en contraste casi sin emoción, pero con un final bailable y sumamente pop. "I Cry for You" es punk gótico y por fin un solo disonante de
guitarra. "Morning
Sickness" es la más electro-darkpop y que tiene otro solo de guitarra que se
disipa en notas space rock muy psicodélicas. Un temazo. Con "Torn Maps" volvemos
al punk disco con un ritmo bailable digno de Sisters of Mercy y su Temple of
Love de “Contra la Pared” de Fatih Akin (una película bastante punk). Música
bailable pero arrojada a la línea del borde, con un solo de guitarra bastante
stoner, en el tono del disco: Eclectismo puro, más aún por la duración del tema.
"Turtle Neck" es la contemplación
melancólica del dream pop. "Always
on the Run" tiene un buen
inicio con una guitarra bastante marsvoltiana y luego un coro correctísimo,
breve pero de gran calidad. “Red” tiene bases orgánicas que se traducen en uno
de los mejores piezas del disco, bien pop en su coro, dark wave quizás. Un
ritmo tremendo. "Mother, Father, Set Us Free" es el cierre con
un art-rock muy experimental en sus ritmos y con una gran sonoridad bastante subterránea.
Finalmente, me parece que no es solo un buen disco, sino que ahora me parece
que es un excelente disco, analizado en su contexto y olvidándose de lo que
significó TMV y valorándola como entidad independiente, e incluso puede ser de
lo mejor del año en su estilo, y que debiese ser idolatrado y venerado por esa
creciente y nueva nación llamada “indie” y sus variantes (aunque no creo,
debido a que hay mucho snobismo dentro de él), y finalmente me atrevo a decir
que es la continuación y evolución melódica de At The Drive-In, y que a pesar
de no tener un sonido original tiene una identidad y sonoridad bastante nueva y
única, y por lo tanto, en mi opinión, podríamos estar en presencia de un nuevo
eslabón en la música rock. Vamos a ver que dice la historia.
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